Puede que sea peligroso, pero no puedo resistir la tentación de llamarlo papi.
Un fetiche secreto que nunca he explorado me atrae a un club clandestino.
Mi nueva amiga y colega es miembro habitual y me convence de unirme a ella.
Lo que no sabía es que el lugar está dirigido por una banda criminal irlandesa.
Peor aún, el líder de la pandilla se interesa por mí.
Algo me dice que no está acostumbrado a aceptar un no por respuesta.
Devlin Murphy tiene un metro noventa y cinco de puro músculo, cubierto de tatuajes.
Tiene ojos en los que podrías perderte y un acento por el que morir. Parece que tiene un problema específico, uno que me toca la fibra sensible.
Quiere que lo llame papi, y no creo que pueda negarme.
Exigirá mi obediencia y me castigará sin piedad.
Arriesgar mi corazón con el diablo podría hacer que me queme, pero, ¿valdrá la pena?
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